23.2.12
Canto
el tiempo tiene miedo
el miedo tiene tiempo
el miedo
pasea por mi sangre
arranca mis mejores frutos
devasta mi lastimosa muralla
destrucción de destrucciones
sólo destrucción
y miedo
mucho miedo
miedo.
***
Texto: La última inocencia (1956).
Imagen: "Fuerza interna" de Rosie Hardy.
16.2.12
Como yo la quería
Morir como muere un animal pequeño
en los cuentos para niños.
Eso tan terrible.
Lleno de hermosura.
***
Imagen: "Passaggio Blu" de Nicoletta de Ceccoli.
Texto: "Aproximaciones", Buenos Aires 1956-1958. "Poemas no recogidos en libros" en Poesía completa. Alejandra Pizarnik (Lumen).
9.2.12
Estar
Vigilas desde este cuarto
donde la sombra temible es la tuya.
No hay silencio aquí
sino frases que evitas oír.
Signos en los muros
narran la bella lejanía.
(Haz que no muera
sin volver a verte)
***
Imagen: "Prueba de iluminación" del fotógrafo Esteban Solano (Dell'Arte fotografía).
Texto: Extracción de la piedra de locura (1968).
3.2.12
Textos de Sombra *
ALGUNOS TEXTOS DE SOMBRA **
Es una exhortación a los jóvenes para que
no estén tristes, ya que existen la
naturaleza, la libertad, Goethe, Schiller,
Shakespeare, las flores, los insectos, etc.
FRANZ KAFKA
Un jardín
Pido el silencio
Mi historia es larga triste como la cabellera de Ofelia
Es un jardín dibujado en mi cuaderno. Madrugada. Instante desgarrado
en que la luz es tentación y promesa porque algo ha muerto, la noche
- Sólo quería ver el jardín.
- Soy mi propio espectro.
- No hay que jugar al espectro porque se llega a serlo.
- ¿Sos real?
- La imagen de un corazón que encierra la imagen de un jardín por
el que voy llorando.
- Ils jouent la pièce en étranger.
- Sinto o mundo chorar como lingua estrangeira.
- Das ganze verkerhrte Wesen fort.
- Another calling: my own words coming back…
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Solo buscaba un lugar más o menos propicio para vivir, quiero
decir: un sitio pequeño donde cantar y poder llorar tranquila a veces.
En verdad no quería una casa; Sombra quería un jardín.
- Sólo vine ver el jardín – dijo.
Pero cada vez que visitaba un jardín comprobaba que no era el que
buscaba, el que quería. Era como hablar o escribir. Después de
hablar o de escribir siempre tenía que explicar:
- No, no es eso lo que yo quería decir.
Y lo peor es que también el silencio la traicionaba.
- Es porque el silencio no existe -dijo.
El jardín, las voces, la escritura, el silencio.
- No hago otra cosa que buscar y no encontrar. Así pierdo las
noches.
Sintió que era culpable de algo grave.
- Yo creo en las noches – dijo.
A lo cual no supo responderse: sintió que le clavaban una flor azul en
el pensamiento con el fin de que no siguiera el curso de su discurso
hasta el fondo.
- Es porque el fondo no existe – dijo.
La flor azul se abrió en su mente. Vio palabras como pequeñas piedras
diseminadas en el espacio negro de la noche. Luego, pasó un cisne
con rueditas con un gran moño rojo en el interrogativo cuello. Una
niñita que se le parecía montaba el cisne.
- Esa niñita fui yo -dijo Sombra.
Sombra está desconcertada. Se dice que, en verdad, trabaja demasiado
desde que murió Sombra. Todo es pretexto para ser un pretexto, pensó
Sombra asombrada.
1-V--1972
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PREFACIO DE SOMBRA (I) ***
La hija de la voz la poseyó en su estar, en su ser, por la tristeza.
Los pequeños pájaros ponzoñosos que se abrevan en un agua negra
donde se refleja la maravilla, son sus animales, son sus emblemas.
A un tiempo mismo busca calentar su corazón suplicante.
Los perros nocturnos: otro llamamiento.
¿Quién conoce mi humor hiriente? Desde mi libro aullante “alguien
mata algo”.
Nadie me enciende ninguna lámpara, nadie es del color del deseo
más profundo
12/VII/1970
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EL ENTENDIMIENTO
Empecemos por decir que Sombra había muerto. ¿Sabía Sombra que
Sombra había muerto? Indudablemente. Sombra y ella fueron consocias
durante años. Sombra fue su única albacea, su única amiga y la única
que vistió luto por Sombra. Sombra no estaba tan terriblemente afligida
por el triste suceso y el día del entierro lo solemnizó con un banquete.
Sombra no borró el nombre de Sombra. La casa de comercio se
conocía bajo la razón social “Sombra y Sombra”. Algunas veces los
clientes nuevos llamaban Sombra a Sombra; pero Sombra atendía por
ambos nombres, como si ella, Sombra, fuese en efecto Sombra, quien
había muerto.
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ESCRITO CUANDO SOMBRA
- Empecemos por decir que Sombra había muerto.
- Desapareció tras su propia desaparición.
- Estaba trabajando en su despacho. Sin desearlo, escuchaba a la
gente que pasaba golpeándose el pecho con las manos y las piedras
del pavimento con los pies para entrar en calor.
- Entretanto, la bruma y la oscuridad hiciéronse tan densas que
Sombra caminaba por su gabinete alumbrándose con fósforos.
SOMBRA: - ¿Qué hora es?
- La que acaba de pasar. La última.
SOMBRA: - Hay en la escalera un niño. Es verdad que hace tiempo
maltraté a un niño. A ése, precisamente.
Sombra conocía al niño abandonado en la escalera. Entonces sollozó.
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PRESENCIA DE SOMBRA
Alguien habla. Alguien me dice.
Extraordinario silencio el de esta noche.
Alguien proyecta su sombra en la pared de mi cuarto. Alguien me
mira con mis ojos que no son los míos.
Ella escribe como una lámpara que se apaga, ella escribe como una
lámpara que se enciende. Camina silenciosa. La noche es una mujer
vieja con la cabeza llena de flores. La noche no es la hija preferida de
la reina loca.
Camina silenciosa hacia la profundidad hija de los reyes.
De demencia la noche, de no tiempo. De memoria la noche, de
siempre sombras.
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SOMBRA: Je régarde ma main déserte.
Ai je tenu la rose pure?
O ma nuit, nul jour ne la tue.
- K: Sombra lloró y habló más que en toda su existencia junta. Fue
poco antes de caer en el círculo opaco.
- X: Vayamos por las calles ahora que la tarde se cubrió de
pasionarias.
- Una SOMBRA: Le devant est louable (on peut le louer par heure).
Le derrier est lavable (on peut le Labrounir étant donnée qu’ on a
souffert as el desdichado, ô monde, ô langage, ô Isidore!
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TEXTO DE SOMBRA
Quiero existir más allá de mí misma: con los aparecidos.
Quiero existir como la que soy: una idea fija. Quiero ladrar, no
alabar el silencio del espacio al que se nace.
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TEXTO DE SOMBRA ****
¿Qué máscara usaré cuando emerja de la sombra? Hablo de esa
perra que en el silencio teje una trama de falso silencio para que yo me
confunda de silencio y cante del modo correcto para dirigirse a los
muertos.
Indeciblemente caigo en esto que en mí encuentro más o menos
presente cuando alguien formula mi nombre. ¿Por qué mi boca está
siempre abierta?
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* Bajo este título "Textos de Sombra" se incluyen ocho textos hallados en los aparatados INÉDITOS y ACABADOS de una carpeta, en una libreta, y hojitas sueltas bajo "Sombra" o "Textos de Sombra". Estos manuscritos permiten suponer que AP pensaba en un libro único con ese título y un personaje, Sombra. Una nota de 1972 en otra libreta menciona Sombra, Casa de Citas y Sala 18 como textos separados sobre los que trabajaba.
** Este capítulo, la cita y el texto que sigue provienen de una hoja mecanografiada y corregida a mano por AP, en una carpeta con la mención INÉDITOS donde figuran también los demás bajo la denominación "Textos de Sombra", en el orden que aquí se presentan. Las frases finales de "Un jardín" pertenecen a Henri Michaux, Cecilia Meireles, B. Brecht y Sydney Keyes.
*** Figura en carpeta con poemas 1970-72, sección "Acabados".
**** De una pequeña hoja mecanografiada y corregida a mano por AP.
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Imágenes: "Why me?" y "What do you see?" de la fotógrafa Rosie Hardy.
Texto: tomado de Poesía completa. Alejandra Pizarnik de editorial Lumen.