A Daniela Haman
Un claro en un jardín oscuro o un pequeño espacio de luz entre hojas negras. Allí estoy yo, dueña de mis cuatro años, señora de los pájaros celestes y de los pájaros rojos. Al más hermoso le digo:
- Te voy a regalar a no sé quién.
- ¿Cómo sabes que le gustaré? -dice.
- Voy a regalarte –digo.
- Nunca tendrás a quien regalar un pájaro –dice el pájaro.
1966
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Texto: Prosa Completa. Barcelona: Editorial Lumen.
Imagen: fotograma de la película Sleepy Hollow.
Soy Juan Drago, y he hecho un poema al estilo de Alejandra, que termina así:
ResponderBorrarEl pájaro que vuela en el imterior
de las formas no tiene nombre,
por eso creo en él.
Leo el poema de Juan Drago, que me conmueve, como casi todo lo que él escribe, y rescato de una vieja carpeta un poema mío de hace mucho tiempo, quizás demasiado, y que me parece ahora, curiosamente, muy alejandrapizarnikiano:
ResponderBorrarYo no sé qué es poesía,
no lo sé.
Si el agua mansa, invisible,
con oscura voluntad
de espeleólogo, el agua
con un cielo mojado del aljibe,
si el agua destilada a la calor
de cien grados centígrados,
químicamente pura,
del autoclave aquél de Juan Ramón,
si el agua chorro, luz, puñales, [grito,
el agua –se diría–
con vocación de gallo,
el agua curvilínea del botijo,
si el agua a saltos, voces y [carreras,
helada aquí, caliente
allá, tibia después,
del manantial que baja de la [sierra,
si el agua que galopa con caballos
de crines como lirios
y estrépitos relinchos,
por el talado bosque del mar ancho,
yo no sé qué es poesía,
no lo sé.
Ni lo sé,
ni lo quiero saber.
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