3.10.12

Diario: Increíble cómo necesito de la gente para saberme yo...


28 de julio [1962]

Increíble cómo necesito de la gente para saberme yo.

Pero hay una manera de sentir el tiempo que odio con todas mis fuerzas porque en esos instantes u horas me odio a mí y a los demás y a todo. Después de una sesión de "tiempo odiado" apenas logro reponerme. Regreso como una enferma y tengo miedo de mi fragilidad como una enferma. Así hoy, después de cuatro horas en el Departamento de Policía donde estuve parada, esperando, con un ensayo sobre "arte revolucionario o arte imaginario", que leí como una esquimal, sin reconocer el sentido de las palabras. Luego tomé un taxi y cuando pasé por la plaza muy bella casi lloro porque sentí que también había entrado en el engranaje absurdo del trabajo y de los papeles y que me habían robado mi tiempo. Porque después de todo mi tiempo es mío y yo debiera ser dueña de gastarlo y malgastarlo según mis ganas. Quiero decir: me pasé la mañana buscando papeles justificativos para que me dejen robarme el tiempo en paz. La verdad: trabajar para vivir es más idiota que vivir. Me pregunto quién inventó la expresión "ganarse la vida" como sinónimo de "trabajar". En dónde está ese idiota.



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Imagen: "Elementary school" de Alfred Eisenstaedt.
Texto: fragmento de la entrada del día 28 de julio de 1962, tomada de Diarios (Lumen).

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