Nada mejor que pensar en los autómatas. Sobre todo ahora que hay esta luz espantosa, exactamente amarilla pero oscura. He caminado por la G/ rue Garancière y me reí al recordar que allí vivió Leibnitz. Luego volví a mi cuerpo y comencé a inventar autómatas, pegada la cara a la ventana mirando pasar gente y perros.
Nota (imagen): autómata tomada de Findtarget.
Nota (texto): poema inédito enviado a Alberto Lagunas. Tomado de Árbol de Alejandra.
4 comentarios:
Hola Maga. Recién descubro tu blog pero ya estoy fascinada. Leí por primera vez a Alejandra cuando tenía 15 años. Hoy tengo 40 y la amo. Gracias por este espacio.
Te seré fiel.
Nada como esos ojos vacios de la atómata para reflejar la soledad entre la gente..
Now we know who the sebnsile one is here. Great post!
hola, me encanta tu blog, excelentes temas, me gusta tu manera de escribir, te invito a visitar mi espacio y a que descubras mi manera de hacer del amor un arte a través de las letras.
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