Problemática del odio. No puedo mirar rostros sin sentir odio súbito e irreprimible. Lo terrible es que me sucede con todos, sin excepción.
Ahora sé que siempre haré poemas. Y sé —qué extraño— que seré la más grande poeta en lengua castellana. Esto que me digo es locura. Pero también promesa. A otros de ser feliz. Yo quiero la gloria, mejor dicho, la venganza contra los ojos ajenos.
M. tiende a borrarse porque vuelve la imagen central, la de la madre única.
Et c'est toujours la seule
Et c'est le seul moment.
No obstante, considero superfluo y abrumador haber nacido y me aburro y estoy fatigada.
Nunca me odio tanto como después de almorzar o cenar. Tener el estómago lleno equivale, en mí, a la caída en una maldición eterna. Si me pudiera coser la boca, si me pudiera extirpar la necesidad de comer. Y nadie goza en esto tanto como yo. Siento un placer absoluto. Por eso tanta culpa, tanta miseria posterior.
Nota (texto): Diarios de Alejandra Pizarnik. Lumen.
Nota (imagen): Mujer desnuda llorando de Edvard Munch.
1 comentario:
estoy muy agradecida por que hayas hecho este blog y por haberlo encontrado, una escritora como alejandra se lo merece. Desde que la descubri, no pude dejar de leerla, me compre las obras completas, leo lo que me falta en la pc. es impresionante
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