24.11.06

Diario de Alejandra Pizarnik: 22.8.55

“[…] Cuando iba camino hacia la escuela, un soplo de esperanza me inundó. Me vi caminando, sintiendo, mirando. Y me dije: ¡Soy feliz porque estoy viva! ¡Soy feliz de poder caminar y desplazarme hacia donde quiero! ¡Soy feliz porque no estoy muerta, porque soy joven, porque crearé belleza, porque debo a la vida mucho, porque siento que me llama algo muy grande!

¿Por qué no me ubico en un lugarcito tranquilo y me caso y tengo hijos y voy al cine, a una confitería, al teatro? ¿Por qué sufro y me martirizo con los espectros de mi fantasía? ¿Por qué insito en el llamado? ¿Por qué me analizo? ¿Por qué no me olvido de mi alma y no estrujo el pañuelito húmedo leyendo Cuerpos y almas? ¿Por qué no me visto con elegancia y paseo por Santa Fe del brazo de mi novio? ¡Ah! Sé que la vida es muy breve. Sé que no soy eterna. Pero, en realidad, no veo la muerte. La veo lejana. Digo cuarenta años pero no los veo. Veo un espacio inmenso. Veo millares de días. Sé que hay tiempo. Sé que tengo tiempo. Sé que amo mi alma. Me amo a mí. Amo mi cuerpo y lo besaría todo porque es mío. Amo mi rostro tan desconocido y extraño. Amo mis ojos sorprendentes. Amo mis manos infantiles. Amo mi letra tan clara. (¡Qué extraño que mi letra sea legible!)

Es muy tarde. Estoy excitada. Deseo un cuerpo junto al mío. ¡Cualquiera! Cualquier sexo, cualquier edad. ¡Eso es lo de menos! Basta un cuerpo a quien tocar y que me toque. ¡Mi sangre galopa! ¡Ah! Deseo ferviente. Me disuelvo en deseos eróticos. Nada de amor. No. Nada de eso. ¡Sí! Lo que yo quisiera es vivir mi vida diurna entre libros y papeles y pasar las noches junto a un cuerpo. Ése es mi ideal. ¿Es lascivo? ¿Es lujurioso? ¿Es estúpido? ¿Es imposible? ¡¡¡Es mío!!! Y con eso basta. Pero, ¿dónde conseguir ese ser? Tendría que ser alguien como yo, que desee lo mismo que yo. ¡No existe! ¡Sé que no existe! Mi locura es única. ¡Mi originalidad! ¡Mi extremismo! ¿Qué será de mí? ¡No lo sé! ¡Sólo sé que no puedo más! ¡Que me muero de impotencia! […]”

Nota (texto): Pizarnik, Alejandra. 2003. Diarios. Barcelona: Lumen: pp. 55-56.

Nota (fotografía): "Magnolia blossom" de Imogen Cunningham.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

"Es muy tarde. Estoy excitada. Deseo un cuerpo junto al mío. ¡Cualquiera! Cualquier sexo, cualquier edad. ¡Eso es lo de menos! Basta un cuerpo a quien tocar y que me toque. ¡Mi sangre galopa!"

Lei tu post, uno o dos, o tres veces...
Puede que mas... pero siempre me regala un escalofrío de placer...

Gracias por las palabras


Me encanta tu post, y tu blog... y tus letras...

Pasate por casa cuando quieras, hay mate!!!

A.-

Anónimo dijo...

Maga, con lo que adoro a Alejandra llegar acá se transforma en el placer de los placeres, es precioso este gran homenaje!
Me voy a quedar investigando a ver si descubro algo de Ale que no haya visto antes, y por toda la información que veo tenés, seguro encuentro de todo!
Te mando un abrazo enorme!

Laura dijo...

Andy, gracias por tu invitación. Prometo visitarte ahora mismo. Coincido con vos: la voz de Alejandra es el estremecimiento total: un salto sin fin, de caída en caída, como diría ella.

¡Artemis Sublime, gracias! También he disfrutado y seguiré disfrutando tu blog.

Persio, comparto tu opinión. No sé qué sería de mi vida sin la Alejandra. Y ahora tu comentario me hizo recordar el siguiente poema, que seguro conocés:

REVELACIONES

En la noche a tu lado
las palabras son claves, son llaves.
El deseo de morir es rey.

Que el cuerpo sea siempre
un amado espacio de revelaciones.

ALEJANDRA PIZARNIK

Ese amado espacio de revelaciones es, para mí, Alejandra; además, del cuerpo amado, por supuesto...

¡Besos a los tres!

La Maga